Cartel publicitario “Fenix. La bicicleta sin rival”

Este mes de enero presentamos este interesante cartel publicitario, de reciente adquisición. En la industria se hizo necesario, cada vez con más intensidad durante todo el siglo XX, presentar lo que se fabricaba de una manera atractiva, lo que generó en la sociedad industrial una especialización en el concepto gráfico y visual. Condujo a nuevas expresiones artísticas como la publicidad industrial que llegó a alcanzar altos grados de calidad estética. Numerosos artistas se ocuparon de la imagen comercial de las fábricas y llevaron a la industria las modas y los gustos estéticos. Dejaron también su importa en trabajos destinados a publicitar armas, bicicletas, electrodomésticos, herramientas y demás productos de la industria eibarresa.

La elegancia visual de la publicidad de carteles y catálogos, como el que presentamos   animaba al consumidor a elegir sus productos. El arte transformó la publicidad en blanco y negro -plagada de texto y con escasas ilustraciones- en anuncios a color repletos de simbología. El artista que realizaba el trabajo sabía que su poder residía en la capacidad de comunicar instantáneamente un mensaje con una clara y manifiesta intención de sorprender y ser recordado casi sin ser leído.

El fabricante de la bicicleta Fenix

La empresa fabricante de la bicicleta que vemos en este cartel fue ECHASA, Echave- Arizmendi dedicada, en origen, a fabricar armas y que tras finalizar la guerra civil encaminó su producción a la fabricación de bicicletas.

José Echave (1870- 1965) natural de Markina, fundó su primera empresa dedicada a la fabricación de armas cortas. Poco después se asoció con José Agustín Arizmendiarrieta y se instaló en 1914 en la calle Estación de Eibar. Tras la guerra civil, la empresa abandonó definitivamente la fabricación de armas, para pasar a fabricar bicicletas bajo las marcas Stark, Fenix y Echasa. Durante la segunda guerra mundial las empresas de Eibar vieron una oportunidad de oro en la fabricación de armas para los ejércitos europeos, pero tan solo cuatro factorías obtuvieron permiso de fabricación: Unceta de Gernika, Bonifacio Echevarria de Eibar,Gabilondo y Cía de Elgoibar y Echave y Arizmendi de Eibar . Y es en esta época, hacia 1959 cuando la empresa retomó la producción de armas, principalmente copias de las pistolas alemanas Walter y Luger, pero con la razón social de ECHASA, Echave y Arizmendi S.A. destinadas, sobre todo, al mercado americano.

Sin embargo, en 1969 tuvo que cesar la producción de armas totalmente, debido al nuevo reglamento de armas y explosivos, que obligaba a que las empresas fabricantes realizaran todo el proceso productivo en un perímetro cerrado, algo que la empresa de Eibar no podía asumir.

Así que, volviendo a las bicicletas y como evolución natural del producto que ya estaban realizando otras marcas, la empresa diseñó una motocicleta de baja cilindrada que fabricó con muy pocas variaciones desde 1954 hasta 1962 y que equipaba motores de 65 cc y 50 cc fabricados por la madrileña IRESA.

A medida que Echasa fue creciendo se incorporaron más accionistas y llevaron a cabo una inversión importante en un nuevo edificio en la calle Ubitxa, en donde centralizaron su actividad. En este momento, a mediados de los años 50, la firma llegó a contar con 70 operarios. A partir de la década de los años 60, Echasa S.A. pasó  por muchas dificultades debido a la fuerte inversión realizada en la nueva planta, la situación del mercado y a causa de la crisis del petróleo que desembocan en su desaparición  definitiva en 1970.

El cartel ha sido donado para ser expuesto en el Museo de la Industria Armera del Ayuntamiento de Eibar por Juan Alonso Asensio Vaquero.