SE CUMPLEN 50 AÑOS DE UNA GRAN HAZAÑA EIBARRESA.

Siempre se ha dicho que somos muy emprendedores. Después de oír un concierto de música de salón en el frontón Astelena con uno de estos órganos, un grupo de exalumnos de la Armería decidió comenzar el proceso de construcción del Helmholtz, el que sería la primera réplica del prestigioso Hammond.

Lo más complicado para los miembros del proyecto, José Luis Elorza y los hermanos José y Jesús Ibaceta fue construir el teclado. “Ustedes que son hábiles mecánicos, tal vez construirán el generador tonal, pero el teclado no lo harán nunca”, les dijo un prestigioso constructor de órganos.

Después de mucho tiempo trabajando, decidieron comunicar el éxito a la empresa americana. A los pocos días llegó a Eibar un ingeniero jefe de “Hammond Organ”. Asombrado con el resultado no paraba de palpar el instrumento. Pasó la mano por debajo del teclado y automáticamente supo que la copia era exacta: "¿De dónde han sacado los planos?", les preguntó el norteamericano. "De aquí", le respondió Ibaceta, señalando su cabeza. "Y del órgano original traído de Ermua", añadió