Las planchas del museo
La primera es una plancha de hierro fabricada por Alfa Microfusión en 1980. Esta es una fecha muy reciente cuando estaban superadas este tipo de planchas. Quizá se pudo tratar de una prueba de fundición.
La segunda es una plancha eléctrica de la marca eibarresa SOLAC, Modelo 619 424009, con termostato para regular el calor, según la calidad de los tejidos: hilo, algodón, lana, rayon. Esta firma, en activo, desde 1916, tenía un lema que les hizo muy conocidos: lo que hacemos, lo hacemos bien.
SOLAC - Solaun, Rubio y Ormaechea estuvo ubicada en Txonta. La empresa lanzó en 1916 su primer producto al mercado, la cafetera industrial. Por aquel entonces también fabricaba planchas tanto profesionales como para el hogar. En 1935 lanzaron la primera cafetera para uso doméstico. En 1945 le tocó el turno a la plancha eléctrica y ya, en la década de los años 50 los tostadores.
En el año 2000 la empresa firmó con el grupo Cegasa un acuerdo para que ésta comercializara sus productos, para finalmente pasar a forma parte del grupo Cegasa en 2005.En julio de 2014, tras la suspensión de pagos del grupo Cegasa, es comprada por el grupo Taurus.
La tercera es una plancha de vapor eléctrica de los años 70, de la marca JATA Modelo 60, con un diseño en el que se utilizaron colores vivos, como el naranja. Esta compañía fue fundada en 1943 por Jacinto Alcorta. Era una empresa familiar dedicada a la orfebrería y a la fabricación de aparatos eléctricos para uso doméstico se ubicaba cerca en las inmediaciones de la calle Urtzaile. En 1977 se inauguró una nueva planta en Abadiño que se convertiría en su sede en 1989. En 2016 inaugura en la localidad navarra de Tudela unas nuevas instalaciones donde continúa su trayectoria.
Ahora un poco de historia
Desde fechas muy antiguas se buscó la manera de mantener estirada la ropa. Para ello las primeras planchas empleaban la presión como vía para lograr el efecto de estiramiento en el tejido. Solían ser de hierro fundido que se calentaban en la chapa superior de las cocinas de leña y más tarde de carbón. Tiempo después aparecieron las llamadas planchas huecas que eran cargadas con brasas. La gran desventaja era que el hollín, se adhería a ella y pasaba a las ropas. Ya, a finales del siglo XIX llegó la primera planta eléctrica que fue un invento en 1882 del estadounidense Henry W. Seely, poco después, ya en 1924 Joseph W Myers inventó la plancha eléctrica de termostato. Sin embargo, hubo que esperar varios años para que este proyecto fuese realmente rentable en el ámbito doméstico, puesto que aún en aquellos años, la red eléctrica no estaba plenamente extendida. Dos años más tarde, también en Nueva York, la empresa Elder Co de limpieza química sacó a la venta la plancha de vapor. Aseguraban que su constante humedad no quemaría la ropa. Como los tejidos que iban saliendo al mercado eran cada vez más sintéticos su planchado parecía requerir cada vez más un aporte de humedad, y el vapor se presentaba como solución ideal.
Las primeras planchas de vapor sólo tenían un orificio de salida. En la década de los años 40 pasaron a dos y así sucesivamente se fue multiplicando la cifra. Los orificios de salida del vapor se convirtieron en un asunto trascendental para los fabricantes de planchas y una manera de diferenciarse de los competidores. La casa Westinghouse fabricaba planchas con dieciséis agujeros. El fabricante de planchas Sears llegó hasta los setenta orificios de salida del vapor.
¿Cuántos orificios tiene la plancha Jata Modelo 60?