Cartel luminoso Alfa
Este mes de marzo os presentamos una reciente adquisición del Museo. Se trata de un cartel luminoso procedente de Sevilla, perteneciente a la extensa red comercial de la emblemática empresa eibarresa Alfa. Esta empresa supo crear una red comercial por todo el mundo, a partir de los años sesenta, que incluía puntos de venta y reparación de las máquinas de coser, con un diseño muy innovador, en los que no debieron faltar la publicidad más novedosa del momento.
Este cartel luminoso, unido a la red eléctrica podía ser admirado desde ambos lados. Fue fabricado por la empresa Elaboración Plásticos Españoles S.A., ubicada en Carabanchel Alto, Madrid y reproduce el logo reconocible de la empresa Alfa.
Para la industria eibarresa era muy importante fabricar, innovar, crear nuevos productos, pero también saber vender y llegar hasta aquellos lugares donde crear nuevos mercados. Los carteles publicitarios ayudaron de manera decisiva a este último cometido. Están considerados como uno de los primeros medios de comunicación de masas en una sociedad que estaba lejos de la saturación actual de mensajes comerciales
Los letreros luminosos son básicamente carteles de publicidad que emplean luz para destacar el mensaje o la imagen que están proyectando: una poderosa herramienta de marketing diseñada para captar nuestra atención dinamizando, a la vez que aportaban luz al entramado urbano. El avance de los carteles luminosos se produjo con la aparición del tubo fluorescente o luces de neón. Estos últimos surgen en 1910, como un invento presentado por el científico francés Georges Claude en la exposición de Paris Motor Show, una exposición Internacional del automóvil, que comenzó en 1898.
Desde sus inicios, se utilizaron en la publicidad y en el ámbito comercial, con bastante éxito para las marcas. A lo largo de las décadas se fueron incorporando novedades que han favorecido su eficacia y diversificación, como las pantallas de gran formato, los efectos sensoriales como olores, la iluminación LED o los anuncios interactivos, por lo que supone un formato en constante evolución. En los últimos años se han desarrollado también formatos respetuosos con el medio ambiente, activados por energía eólica y solar, adaptándose así a las legislaciones de contaminación urbana.