Tiempo de cambios. La década de los 70.
El crecimiento había llevado a Eibar a la saturación y muchas fábricas se ven obligadas a abandonar la villa ante la imposibilidad de crecer.
La falta de espacio muestra aquí su cara más difícil, en un momento que anuncia la próxima crisis económica.
Sin embargo, la década es también un momento de renovación. Objetos con diseños más atrevidos fabricados con materiales modernos se nos muestran en este espacio como un intento de reactivación económica y comercial.