Componentes de bicicleta fileteados
Considerada históricamente modelo de industrialización, a comienzos del siglo XX Eibar ya contaba con tres de sus legendarias empresas: Beistegui Hermanos (B.H.), Gárate, Anitua y Compañía (G.A.C.) y Orbea, empresas que inicialmente se dedicaron a la próspera y floreciente industria armera. No obstante, al finalizar la I Guerra Mundial el sector armero eibarrés sufrió una consecuente crisis la cual le obligó a buscar nuevas estrategias de subsistencia dando como resultado el inicio de la diversificación de nuestra industria. En este contexto forzosamente innovador Beistegui Hermanos, G.A.C. y Orbea, al igual que muchas otras empresas y sin abandonar en un principio la producción de armas, se iniciaron en la producción de bicicletas. Tras varias décadas de reconversión y con una nueva actividad totalmente renovada, estas tres empresas alcanzarán un gran éxito comercial y económico que será especialmente notable transcurridos los años de la posguerra. Es precisamente en este ambiente de recuperación de la posguerra y de auge y prosperidad industrial adaptada a los nuevos tiempos en el que las mujeres eibarresas ocuparán un importante lugar en el sector de la máquina y herramienta. Sin embargo, en muchas ocasiones no habrá registro ni representación profesional de las mismas en los listados municipales.
Nuestras piezas del mes nos muestran la especialización de un trabajo minucioso realizado por mujeres y que a su vez requería una gran destreza y delizadeza. Técnica de decoración artesanal y actualmente obsoleta debido a los nuevos medios industriales, el fileteado o pintado decorativo hablaba de la calidad y el prestigio de la marca de las piezas que lo integraban. Esta labor era desempeñada especialmente por mujeres en Orbea, GAC y Beistegui Hermanos.
Además de estos trabajos, se tiene constancia de que las mujeres también realizaban labores de preparación previa para los pintados, montaje de piezas en los soportes de inmersión en los baños de cromado y niquelado, embalaje, montaje, centrado de ruedas e incluso en la fundición y la forja. En muchas ocasiones el trabajo era duro y en malas condiciones, sin medidas de protección y tratando con sustancias contaminantes, trabajos que hoy en día serían considerados tóxicos y peligrosos. Afortunadamente, hoy en día las condiciones laborales de la mujer han mejorado, incluso se habla de cambios y transformación social, aunque ante nuestra sociedad todavía se presentan importantes desafios sociales y económicos para mejorar la condición de las mujeres y su igualdad.
Os animamos a visitar el museo armero donde podréis conocer más acerca del trabajo de las mujeres eibarresas, mujeres corrientes, artífices y constructoras de nuestra historia.